A primera vista, la expresión de Ana Liska emerge de los opuestos de la vida cotidiana. En lo conceptual, su estética es el resultado de una voz silenciosa que, emancipada a través del arte, desea ser escuchada. Es equilibrio y balance de emociones al mismo tiempo. En sus composiciones hay certeza de equilibrar lo que en la vida diaria le es muy difícil de conseguir, debido a un problema físico con su oido. Sus composiciones se convierten en una forma de calma…

Scroll al inicio