La inspiración de Cristina Olyslager para su la pintura nace del movimiento, la luz y el color. Su obra interpreta a través de elementos de línea y el dibujo realizado con esmero y depuración. Sus motivos nacen de la naturaleza, pero son llevados a un grado de estilización con líneas suaves que siempre insinúan un dinamismo pausado y latente en donde los caminos abstractos de formas geométricas libres se entretejen y se conectan entre sí; llevando al espectador a tratar de descubrir a donde van y de donde vienen. Hilos que se conectan y otros se separan fundiéndose en el centro de luz.