David Duke de El Salvador, ha participado en diferentes exposiciones y lecturas de poesía a nivel nacional e internacional. En esta propuesta que conforma un lenguaje, un escenario construido por manchas, borrones, imperfecciones, texturas ásperas y transparencias derramadas en el lienzo que permitan al color liberarse de la racionalidad que impone la forma. De esta manera, el color y la textura pone en escena los cráteres lunares, emulando el encuentro de dos cuerpos celestes, una serie de golpes de meteoritos recibidos por este, colisiones que dejan marcas, y que podemos ver desde lejos, en este caso, transportándonos en ese vasto universo lunar, ese ser que tanto ha influenciado a las culturas, una eterna compañera en este viaje por la galaxia.