Henry Ramírez nació en El Salvador. Su obra trata sobre las ciudades y sus habitantes, las inclemencias del tiempo y la vicisiturdes de la vida. El simbolismo incluye la fortaleza del ser humano para siguir de pie, así como están las estructuras que aparecen en su obra. La pintura de Henry tiene la cualidad de reflejar solidez dentro de una atmósfera flotante, en donde las distintas formas de arquitectura se entrelazan, se refuerzan y se elevan. De esta forma concibe él las relaciones de los seres humanos dentro de una sociedad, la que sueña como solidaria y participativa. Las gradas significan perseverancia. Los puentes, el paso de una forma a otra. Las puertas y ventanas invitan al espectador a internarse en la obra para encontrar esas fuerzas que residen en la famila.

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