Mod Cárdenas

“Vivir en la época de las cavernas, participar en la construcción de los megalitos, presenciar las grandes migraciones, estar a la par de René Magritte cuando pintaba, escuchar de viva voz los pensamientos de Bakunin mientras tomamos un café, asistir a la presentación de una obra de Shakespeare recién escrita, participar en la renovación artística durante la Secesión vienesa o visitar a Peggy Guggenheim en su casa de Venecia… demasiadas vidas para vivir…
en diferentes épocas, con mi conciencia actual, eso sería algo increíble”.
Mod Cádenas

Durante septiembre y octubre, exhibimos las obras de Mod Cárdenas en la Galería Rozas-Botrán de la zona 14. Llegaremos a diferentes públicos aprovechando nuestras redes sociales y plataformas virtuales. La creatividad del ser humano no se detiene y en la Fundación queremos ser mensajeros de esperanza a través del arte, que cambia vidas.

Con escasos 6 años de edad, Mod Cárdenas sintió un llamado interior que lo invitaba a dibujar y pintar. En esa época, su abuelo lo expuso con frecuencia a diferentes manifestaciones artísticas y tuvo la oportunidad de visitar un famoso parque de diversiones en California, caracterizado por audio-animatronics que daban vida a historias fantásticas, dentro de un ambiente inundado por grafitis.

Esos primeros estímulos fomentaron el interés por las expresiones visuales en aquel niño, quien tuvo un primer sentimiento de independencia y principió a entender que necesitaba aprender sobre el mundo de colores y formas que se abría ante sus ojos. La adolescencia y los inicios de la juventud de Mod, nacido en 1982, transcurrieron dentro del período del conflicto armado interno de Guatemala. Este hecho y factores políticos, económicos y sociales de otros países provocaban el descontento en los jóvenes de la época, quienes se manifestaban a través de movimientos contracultura.

Mod descubrió el punk, surgido a finales de los años 70, en los Estados Unidos de Norte América, causado, entre otros componentes, por el aumento del precio del petróleo, la guerra de Vietnam, el escándalo Watergate y el declive industrial en Inglaterra. La suma de estos acontecimientos ocasionó una fuerte recesión económica en el mundo.

La ciudad era su lienzo, las posibilidades infinitas

A los 16 años, Mod tuvo el primer acercamiento a la reproducción de dibujos y diseños en serie, por medio del estarcido, técnica primitiva identificada con el esténcil, un método que utiliza una plantilla con un dibujo recortado o patrón para reproducir en serie la imagen representada.

La primera vez que salió a escondidas, en la noche, a pintar en áreas del Anillo Periférico, sintió miedo, alegría e incertidumbre. Había elaborado un esténcil bastante simple de un rostro y otro, donde por primera vez decía MOD, que adoptó como seudónimo y firma de artista. Caminaba solo, en la ciudad que parecía abandonada. La ciudad era su lienzo y las posibilidades infinitas.

Fue uno de los actores del inicio de un movimiento artístico que no existía en Guatemala en aquel momento. Inicialmente, el trabajo de Mod Cárdenas fue figurativo, acompañado de frases que cuestionaban situaciones humanas y sociales específicas para fomentar el diálogo, sin el afán de criticar o adoctrinar. Su primera declaración como artista fue “Crear para que otros creen, no para que otros crean”. Fue un artista anónimo cerca de 15 años.

Con el tiempo decidió estudiar psicología para adentrarse en el ser humano y conectar su expresión desde la universalidad de las emociones y no desde lo gráfico o situacional. Entendió que podía generar cambios momentáneos con su obra y hacerlos permanentes con sus actitudes.

Al adentrarse en su trabajo, Mod abstrae sensaciones y emociones por medio de capas de pintura, cada una importante. Crea espacios nuevos encima o abajo de las capas aplicadas con brochazos y movimientos del rodillo. Confia en su intuición y en la memoria muscular que ha ido desarrollando para obtener distintas dimensiones y efectos de luz. Su ideal es mantener un caos coherente, crear, con una técnica estética, un balance entre los elementos expresionistas y los elementos geométricos o sólidos que provoquen el equilibrio interior en el observador.

Su declaración de artista afirma que sus obras son un caos coherente. La dualidad está siempre presente en las ideas, las emociones, las distintas situaciones e inspiraciones. Introducirse en otras disciplinas lo ha llevado, durante un poco más de 20 años, a sentir asombro constante, buscar algo nuevo y sentirse como un niño que, cuando aprende un juego se eleva a otro nivel de conciencia. Han sido años de exploración, de aprender como el cerebro interpreta la luz y los ojos la perciben.

Sobre la base del estudio de la percepción ocular y la interpretación cerebral, sus obras de op-art presentan novedosas composiciones de líneas en diferentes direcciones y ángulos. Para conseguirlo, une el alto contraste con la impresión clásica del claroscuro en grabado. En el siglo XXI, Mod es un aprendiz de la vida, un mensajero de ideas de arte, agradecido con todo lo vivido. La pandemia lo ha hecho entender que su prioridad será siempre la vida.

No se puede abarcar la experiencia y la capacidad de creación constante de Mod Cárdenas en una o dos páginas de texto. Habrá otros momentos, otras oportunidades. Mientras tanto, los invito a visitar nuestros espacios virtuales para vivir la experiencia de la obra de Mod, en otra dimensión.

 

José Rozas-Botrán