En la mitología maya, Zipacná presumía ser el creador de las montañas. Zipacná de León, quien nació en 1948, hijo del escultor Adalberto de León Soto y de la pintora Fantina Rodríguez Padilla, no fue creador de montañas, pero formó para Guatemala las escuelas regionales de arte que han dado al país grandes talentos en el ámbito de las artes plásticas.
Con una familia de tradición artística, Zipacná -quien estudió en la Escuela Nacional de Artes Plásticas que precisamente lleva el nombre de su abuelo, Rafael Rodríguez Padilla- se distinguió por su vida entregada al arte. Realizó estudios de grabado en México, en 1968 y 1971. Recibió el título de Maestro de artes plásticas en 1977 y fue fundador del Museo de Bellas Artes de Occidente “Adalberto del León Soto”, en Quetzaltenango.
Desde 1973 fue asesor artístico de Juannio y cofundador de la Casa de la Estampa Max Vollemberg y Trinovación. Fungió como coordinador general del Programa Permanente de Cultura de la Organización Paiz, de 1977 a 1989. Ocupó el cargo de jefe del departamento de formación profesional para las artes del Ministerio de Cultura y Deportes, logrando la creación de las escuelas regionales de arte en Cobán, Quetzaltenango, Chiquimula y Puerto Barrios.
Apasionado creador e investigador de historia, viajó por muchos lugares del mundo, enriqueciendo su acervo cultural. Fue pionero en la publicación de comentarios y artículos sobre este tema en diferentes periódicos guatemaltecos. Como gestor artístico, descubrió jóvenes talentos del arte nacional. Desarrolló su obra personal dentro de las tendencias expresionista y fauvista.
Dominaba el óleo, el acrílico y el grabado. Sus temas centrales fueron la figura humana, el bodegón y objetos del folclor guatemalteco. Sus composiciones se distinguen por la indiscutible seguridad de sus trazos fuertes y dinámicos, organizados de forma axial sobre el papel o lienzo. Contó en su carrera con más de cuarenta exposiciones personales y múltiples colectivas, dentro y fuera de Guatemala. Falleció en enero de 2002 en la ciudad de Guatemala.
La Colección del Hotel Modelo
La historia principia con la creación de la escuela de Quetzaltenango, que nació a principios de 1980, cuando Zipacná apoyaba las subastas de arte a beneficio de las Aldeas Infantiles S.O.S. Así conoció a Julio Miralbés, diligente administrador del Hotel Modelo, identificado con el eslogan “su hogar… lejos de su hogar”, con quien entabló una entrañable amistad que duró toda la vida. Sus frecuentes viajes a Xela y sus estadías en el Hotel consiguieron que Zipacná se sintiera cada vez más “en casa”. Y con este sentimiento fue pintando obras de gran formato para ir dando vida a las paredes del vestíbulo, el bar y el comedor, poniendo “su toque en el lugar”.
Cuentan que Zipacná, antes de llegar a Quetzaltenango, se ponía de acuerdo con Julio para que tuviera listo el lienzo con las medidas y la preparación necesarias para realizar su obra. Durante su estadía iba dando forma y color a cada pieza, la que dejaba terminada y colocada en el muro seleccionado antes de partir. La Colección que hoy presentamos en este Espacio Cultural, es precisamente la que poco a poco fue nutriéndose; la misma que durante años ha dado identidad cultural y calor de hogar al Hotel Modelo.
