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La palabra vital, que viene del latín vitalis, significa: “perteneciente o relativo a la vida”. También expresa “estar dotado de gran energía o impulso para actuar o vivir”. Fue precisamente este concepto el que nos movió para gestionar la exposición de la obra de arte de 17 extraordinarias mujeres que presentamos durante julio y agosto en este Espacio cultural.
 
Las expositoras se caracterizan porque son capaces de producir transformaciones en los ámbitos familiar, social, artístico y cultural de Guatemala, dentro de los que desarrollan su vida diria.
 
Su energía se manifiesta de muchas maneras: son mujeres del siglo XXI que viven el reto del ser femenino, con sus derechos y obligaciones; han convertido su vocación al arte en un compromiso profesional, y son parte activa de la comunidad en proyectos de educación y responsabilidad social. Encajan en el perfil “multitask”, porque realizan múltiples tareas de forma rápida y eficaz, desempeñando de forma simultánea los roles que han asumido.
 
Son seres vitales, capaces de brindar y suministrar dinamismo a su alrededor, en cualquiera de sus formas. En la Fundación Rozas-Botrán las valoramos comofuentes naturales de energía inagotable, como la luz del Sol, el viento, las lluvias y las corrientes de los ríos; y sabemos que, al dar todo de sí mismas, son capaces también de ser como las fuentes no renovables, que se agotan, como el petróleo, el gas natural o el carbón.
 
La fuerza de Lily Acevedo, Fabiola Aguirre, Patricia Betancourt, Teresa María Ceballos, Brenda Estrada Abril, Marielos Iturbide, Narcy Mancilla, Anaí Martínez- Mont, Katia Miranda, Ilna de Möller, Betty Paiz, Lucía Rorhmann, Maribel Saravia, Carol Yurrita de Maselli, Patty Valladares y Tache Ayala se presenta, por medio de la tendencia artística de cada una, a través del color, la textura, la forma y el volumen.
 
Estamos seguros de que sus obras transmitirán al público asistente esa potencia que tienen los cuerpos en movimiento, capaz de encender luces y hacer funcionar motores; como esa energía química contenida en los alimentos que en esta ocasión nutre nuestro espíritu.
 

Jose Rozas-Botrán

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